Romenos, búlgaros e albaneses
En estos días, la prensa italiana ha reflejado que más
de un centenar de pequeños y medianos
empresarios se han suicidado por no poder pagar los impuestos. Hubo una marcha
de viudas para protestar por la indiferencia del Gobierno. Sin embargo sobre
los presos bulgaros, albaneses y rumanos esa misma prensa guarda silencio.
Diferentes medios alternativos de información,
solidarios y defensores de los derechos humanos, entre ellos de la ciudad de
Perugia en la región de Umbria reportan
que Pop Virgil Cristia, rumano, de 38
años, se suicidó en una de esas cárceles italiana. Estaba en huelga de hambre desde hacia 50 días y los
medios informativos se mantuvieron en huelga de información.
El hombre reclamaba su inocencia y solicitaba
poder ver a un juez para ser
hospitalizado, demanda que no fueron atendida.
Él era el 22 suicidio en una cárcel desde el principio del actual año
hasta el 15 de mayo.
La misma fuente reporta que de 1990 al 2009, ocurre 1
suicidio cada 924 reclusos, 1 intento de suicidio cada 70, 1 huelga de hambre cada 11 presos, 1 rechazo
de tratamiento médico por cada 20 reclusos. El Centro Studi di Ristretti
Orizzonti, señaló que de 2000 al 2009
los prisioneros suicidas fueron 560. Son
tan frecuentes que no son noticia.
Para resultar de interés de los medios informativos el
hecho debe ocurrir en algún país que no se somete a la dictadura de Estados
Unidos y sus subordinados.
Los defensores de los derechos humanos de Perugia,
condenan el tratamiento a los presos en
las cárceles italianas y lamentan la muerte de Virgil Cristia, desesperado, enfermo e injustamente tratado y
trasmiten el pésame a sus familiares en Rumania.
Fonte: Auca en Cayo Hueso
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